Internet como derecho humano y desigualdades a su acceso en Colombia.
Hoy nos enfrentamos a la primera crisis planetaria, por primera vez la humanidad como especie enfrenta el mismo desafío. La pandemia impone fuertes desafíos, muchos de ellos ponen a prueba pilares fundamentales de la sociedad. Sin embargo, no debemos olvidar el poderoso arsenal que como especie hemos creado, dentro de las cuales internet es la más poderosa de todas.
Dentro de esa navaja suiza de herramientas internet resulta una de las más poderosas. Fue gracias a internet que logramos migrar gran parte de nuestras actividades a remotamente, es gracias a internet que nos coordinamos para hacerle frente al virus, también nos ha permitido entretenernos, informarnos, comunicarnos además de que internet es más rápido que el virus. Solo para reflexionar durante la peste negra la falta de información y la ignorancia fue la principal causa más que la Yersinia pestis.
La relevancia de internet ha venido en crecimiento desde la primavera árabe cuando la Organización de las Naciones Unidas lo declaró como un derecho humano. Y no es para menos, en una sociedad cada vez más conectada internet representa un derecho necesario para satisfacer derechos de primera, segunda y tercera generación. Actualmente la salud, la educación, el trabajo, los derechos colectivos se ven mediados por la capacidad de tener una conexión a internet.
Para tener acceso a internet se requieren superar múltiples brechas, la más evidente es la posibilidad de tener una conexión a banda ancha. Como en todas las situaciones que ha suscitado la pandemia, “Estamos en la misma tormenta, pero no todos en el mismo barco”. En lo que respecta a la conexión de internet se venían presentando avances sostenidos pero diferenciados. Esto se puede apreciar en las diferencias de acceso por quintiles de ingresos y zona.
Figura 1. Frecuencia de uso de internet por año según quintiles de ingreso. Colombia 2012 – 2019.
Fuente: DANE: Encuesta de Calidad de Vida 2012-2019. Cálculos propios
Por ejemplo, existen 2.5 veces más proporción de población que accede a internet diariamente en el quintil 5 que el uno. La diferencia entre los quintiles de ingreso más altos y más bajos condiciona el derecho a la educación y profundiza las desigualdades socioeconómicas.
A nivel regional las también son marcadas los grandes perdedores son la región Pacífica y la Orinoquia – Amazonía
Figura 2. Frecuencia de uso de internet por año según región. Colombia 2012 – 2019.
Fuente: DANE: Encuesta de Calidad de Vida 2012-2019. Cálculos propios
Para el año 2019 16’090.838 de colombianos no usaban internet, 8’512.939 no cuentan con la posibilidad de conectarse diariamente, es decir que 24’603.777 no están conectados o no acceden diariamente mientras que 21’394.175 (46%) si lo hacen.
Figura 3. Total de población según frecuencia de uso de internet. Colombia 2019.
Fuente: DANE: Encuesta de Calidad de Vida 2012-2019. Cálculos propios
A nivel de regiones, la región con menos acceso es la región caribe 4’434.341 personas desconectadas y dentro de esta región el departamento de Córdoba con 851.644 personas. A nivel de departamentos Antioquia tiene 1’910.227 personas desconectadas.
Figura 4. Total de población según frecuencia de uso de internet. Región Caribe 2019.
Fuente: DANE: Encuesta de Calidad de Vida 2012-2019. Cálculos propios
Internet da acceso al conocimiento de la humanidad, a la posibilidad de trabajar remotamente y a no perderse los profundos cambios que traerá la cuarta revolución industrial. Según datos del viceministro Mantilla del MINTIC conectar el país podría costar alrededor de 34 billones de pesos. Mientras estás colosales inversiones se pueden adelantar, en EducALL: Llamadas para educar seguiremos empeñados en cerrar la brecha digital de maneras creativas.