Una noche reflexionando sobre el pesimismo en tiempos de pandemia, escribí lo siguiente:

Debemos hacerle justicia a los hermanos que caigan en esta lección, aprender y probar de qué estamos hechos y de qué somos capaces. Pienso en el privilegio de estar en casa y a pocos pasos tener agua o electricidad, en el privilegio de contar con medicina y poder confiarle mi vida a otro ser humano. El privilegio de comunicar estas líneas, de tener al alcance de mis manos el legado que por milenios hemos construido como especie y que nos hace grandiosos: el acervo cultural de la humanidad. Estamos en hombros de gigantes que nos han traído hasta aquí. Ahora nos toca a nosotros no amedrentarnos y crecer. Sé que podemos, siempre hemos podido #GoHumanity

Después fue inevitable pensar en que era un optimismo egoísta, que solo nacía de mis propios privilegios. Reflexioné sobre aquellas personas que aún viven en el oscurantismo, no solo por la falta de energía eléctrica, sino también por la falta de Internet y de dispositivos. 

Entonces, ¿cómo se puede llevar el acervo cultural de la humanidad a personas sin acceso a Internet? De esta pregunta nació Educall.

Nadie ama lo que no conoce; si un niño no se ha deleitado escuchando poesía, música o una historia fascinante que le vuele la imaginación, difícilmente podrá soñar con ser poeta, músico o el próximo gigante.

Mi sueño es que sin importar en qué condiciones o dónde se encuentre, cualquier niño pueda subirse a los hombros de gigantes como Newton, Borges o Bach, y tenga acceso a la mejor educación del planeta.

Mi sueño es que tú y todos los seres humanos tengan al alcance de sus manos, el acceso al legado de la humanidad.

Mi sueño es encender en ti la llama del conocimiento. 

Mi sueño es que en una de nuestras #LlamadasParaEducar tengas una epifanía.

Daniel Garavito.